Ahí no quedó la cosa... Hummm, parece que esto crea adición. No contentos con la paliza que nos dimos el lunes anterior, el sábado 17 de enero Javilín nos enroló en otra de las suyas: desde el puerto de Cotos subir a la cumbre del Peñalara por Dos Hermanas. Nada más que decir: mochila y crampones a la espalda y para arriba... Esta vez se vino Mari Mar (la convencí de que madrugar es algo bueno...) y allí quedamos con Javi, Auxi, David y otros cuatro amigos suyos. Nunca se me olvidará esta excursión porque en el refugio de Zabala nos encontramos con la Guardia civil y los helicópteros que buscaban a un chico de 24 años desaparecido desde el día anterior. En las noticias de la noche nos enteramos que había muerto sepultado por un alud. Creo que le acompañaba su perro. Otra desgracia más a sumar a la interminable lista de desgracias por imprudencias. Las noticias habían comentado que existía un gran peligro de aludes y, sin embargo, el chico andaba solo y por una zona cercana al refugio muy peligrosa. Nosotros fuimos eligiendo zonas menos complicadas porque era evidente a simple vista el riesgo de aludes en las cornisas de las laderas. No me había puesto unos crampones en toda mi vida de montañero y dos de dos en las dos primeras salidas del año. Me los ha prestado Luis, pero creo que voy a tener que pensar en comprarme los míos... (eso si burlo la vigilancia de mi cancerbera personal, María del Mar).
Después de la experiencia le he dicho a Javi que como no me llame para la próxima le cuelgo de los pulgares...
Después de la experiencia le he dicho a Javi que como no me llame para la próxima le cuelgo de los pulgares...