miércoles, 11 de febrero de 2009

Conoce algo de Laponia antes de ir.



LAPONIA


Laponia es una región geográfica de Europa del Norte. Limita por el norte con el Océano Glaciar Ártico, por el oeste con el mar de Noruega, y por el este con el mar de Barents. Laponia está dividida entre Noruega, Rusia, Suecia y Finlandia (los dos últimos son miembros de la Unión Europea desde 1995). Es una de las reservas naturales más salvajes y exóticas del planeta.
Finlandia, Suecia y Noruega comparten el honor de poseer un territorio que ofrece un conjunto de peculiaridades y atractivos difíciles de igualar por destinos más lejanos y peligrosos a los que los viajeros ávidos de experimentar fenómenos únicos no dudan en peregrinar.
A muchos, el nombre de Laponia les evocará su infancia; cuentos y leyendas sobre nomos y Trolls, o las imágenes que cada navidad nos llegan de uno de sus habitantes más famosos, Santa Claus. Pero la innumerable lista de motivos y posibilidades por las que conviene incluir Laponia en nuestra lista de viajes imprescindibles se nutre de los siguientes argumentos:

“Sol de Medianoche” versus “Auroras Boreales”

Por las tres Laponias cruza el paralelo más famoso del mundo después de El Ecuador. Se trata del conocido como “Círculo Polar Ártico”. Este significativo enclave geográfico queda definido por el hecho de que todas las tierras por encima de esta latitud experimentan a lo largo del verano un período de días en los que el sol brilla las 24 horas. En invierno, el fenómeno se invierte. No quiere decir que sea permanentemente de noche, significa que el disco solar no sobrepasa el horizonte. A cambio, se disfruta de la famosa luz azulada entre las 10 y las 16 horas.
Tras un período estival en el que nos hemos acostumbrado a atardeceres eternos, la oscuridad, poco a poco, va ganando terreno. Comienza la época en la que podemos tener la posibilidad de presenciar uno de los fenómenos metereológicos más hermosos y extraordinarios que se conocen: Las Auroras Boreales, o tal y como las denominan suecos y noruegos “Luces del Norte”. Los finlandeses las bautizaron con el nombre de Revontulet, en alusión a la leyenda que relaciona el fenómeno con el polvo de nieve que levanta la cola de un zorro gigante al desplazarse sigilosamente por la noche.

Auroras ¿Cómo son?
Ondulaciones de luz blanco verdosas que cruzan el cielo de Este a Oeste formando cortinas y abanicos a lo largo de kilómetros. Suelen tener una duración aproximada entre 25 y 50 minutos, mientras evolucionan en diversas formas y coreografías. A veces, en su borde inferior se pueden ver tonos rojos e incluso azul/violeta. Por cierto, en contra de lo que dicen algunas leyendas, no emiten sonido.

Auroras ¿Por qué suceden?
El sol produce partículas con una alta carga de energía llamadas iones que viajan por el espacio a velocidades entre 300 y 1.200 kilómetros por segundo.
A una nube compuesta de este tipo de partículas se la denomina plasma. A una corriente de plasma procedente del sol se la denomina viento solar.
Cuando el viento solar interactúa con el borde del campo magnético que poseen ambos polos terrestres, algunas de las partículas quedan atrapadas en él, y siguen las líneas marcadas por la fuerza magnética en descenso hacia la ionosfera ( la sección de la atmósfera que se extiende entre los 60 y los 600 kilómetros por encima de la superficie terrestre )
Cuando las partículas colisionan con los gases de la ionosfera comienzan a resplandecer fulgurantemente produciendo el espectáculo que conocemos como auroras.
Hay que decir que la persona que quiera presenciarlas está completamente a merced de las condiciones naturales; es prácticamente imposible predecir cuando van a tener lugar.

La Nación Sami


Hace varios siglos, cuando suecos, noruegos y finlandeses llegaron a las estribaciones más remotas de lo que iban a ser sus respectivos países encontraron una civilización que mucho antes ya se había adaptado perfectamente a las condiciones extremas de unos territorios por los que, en un principio, apenas hubo competencia. Los Samis , o lapones, como a menudo se los denomina de manera simplificada, habían ido remontando Europa en busca de tierras vírgenes desde una zona que hoy situaríamos entorno a la actual Hungría. Esta es la razón por la cual la raza Sami es menos corpulenta y rubia que la escandinava. Por el mismo motivo, la lengua sami está lejanamente emparentada con el húngaro. Su cultura pintoresca representa la armonía con la naturaleza.
En toda la Comunidad Europea es el único pueblo indígena que habita en Laponia. En toda Laponia son 75.000 habitantes de los cuales viven sólo 7.000 en Finlandia. Tienen su propia historia, idioma, costumbres, industria y propia identidad. Los sitios donde habitan son desde el centro de Noruega y Suecia, pasando la parte Norte de Finlandia hasta la península de Kola. Probablemente, los Samis llegaron a Laponia en la edad de Bronce.
Para ser considerado indígena sus antepasados tienen que haber vivido en el área antes de haberse creado las actuales fronteras; aparte de eso tiene que haber tenido sus propias instituciones, sociales, económicas, culturales y políticas.

En un principio, la política de los gobiernos escandinavos respecto a los Samis fue de colonización cultural. Afortunadamente, en las últimas décadas han proliferado las instituciones destinadas a preservar la identidad de un pueblo espiritualmente enraizado en la convivencia armónica con la naturaleza.
Los Samis han sido tradicionalmente nómadas, dedicados al pastoreo de renos, la caza y la pesca.

Aprovechamiento del Reno

El reno es aprovechado por completo:
* La carne, la sangre y la grasa para alimentarse.
* Los tendones para preparar hilos y cuerdas.
* Las tripas como odres.
* Las pieles como abrigos, mantas, botas…
* Los huesos y cuernos como utensilios y adornos de artesanía.
Más de 300 palabras del idioma lapón tienen algo que ver con el reno y sus circunstancias. Antiguamente la cría de estos animales significaba para una familia un total de ocho mudanzas al año entre el campamento de invierno y el de verano.

Folklore Sami

En el folklore sami existe un tipo de canto muy particular que sirve tanto para expresar sentimientos como para homenajear a personas, animales o fenómenos naturales. Son los característicos joikus que se interpretan acompañados exclusivamente por la percusión que produce un asta de reno en los alargados tambores locales. La cadencia de este canto nos recuerda a las tribus nativas de Norteamérica, con las que los samis comparten muchas similitudes; una religión chamánica integrada en los ciclos naturales, las clásicas kotas o tiendas circulares en las que la familia come y duerme alrededor del fuego, la alternancia entre campamentos de verano e invierno y una forma de vida absolutamente pacífica y respetuosa con el entorno y con sus semejantes.

Souvenirs Lapones

-Pieles de reno: excelentemente curtidas, apenas desprenden olor. Las de más calidad son las más suaves al tacto.
-Tazas talladas en madera: Proceden de los nudos de los troncos de abedul. Se las denomina Kuksas, y tienen dos agujeros en el mango para introducir los dedos y no quemarnos cuando nos servimos directamente de las teteras que cuelgan o se depositan sobre el fuego.
-Cuchillos de campo lapones (de gran calidad, tal como corresponde a una cultura acostumbrada a acampar)
-Utensilios labrados en asta de reno: Normalmente en forma de pequeños objetos o engarzados a otros mayores de madera. De gran suavidad sin pérdida de dureza aumentan tanto el valor artístico como el precio de la pieza.
-Tambores rituales: Planos, ovalados y con iconografía referente a la tribu, los renos y los espíritus de la naturaleza.
Otro elemento que hace inconfundibles a los Samis con cualquier otro pueblo del planeta son sus vistosas ropas de color azul, rojo, amarillo, verde y blanco, colores que no sólo aparecen en su particular bandera nacional, sino que, y este es su objetivo, destacan de forma llamativa sobre el blanco de la nieve. Según sea la forma y posición de los adornos, los Samis identifican el estado civil, la zona de procedencia e incluso en algunos casos el número de renos que posee la familia.
Estas prendas, siempre amplias para que la cámara de aire forme una protección contra el frío, son otro de los souvenirs con los que el visitante puede enriquecer su ajuar viajero.
El tradicional "sombrero de los cuatro vientos" responde perfectamente a todo lo anterior. Su amplitud genera espacio suficiente para que conserve el calor, resulta llamativo en la distancia y según se coloca puede dar pistas sobre las expectativas de encontrar pareja del que lo porta.
Su hermoso nombre procede de una vieja leyenda, tan antigua como aquella ocasión en que en Laponia al viento le dio por soplar en todas las direcciones al mismo tiempo. Esto hizo la vida insoportable, los animales huyeron, las plantas empezaron a morir… los hombres pidieron ayuda al mejor de sus chamanes. A duras penas este logró subir a una colina y llamar la atención del viento. Le explicó la situación, pero este no atendía a razones. El chamán volvió a hacer uso del poder vibrante de su voz; con frases rítmicas y biensonantes fue relajando al vendaval hasta reducirlo a una pequeña brisa, tanto que con un certero golpe de brazo logró encerrarla dentro de su sombrero. Una vez atrapado, el viento volvió a soplar con todas sus fuerzas, izquierda-derecha, abajo- arriba… pero no logró zafarse. Resignado y agotado estuvo en mejor disposición de pactar con el chamán, este se ofreció a liberarle a condición de que prometiera soplar, de ese día en adelante, en una sola dirección a la vez. El viento accedió y cuando el chamán hubo abierto su sombrero comprobó como había quedado deformado con la forma que aún hoy en día seguimos viendo sobre la cabeza de los lapones.

Defenderse del frío


El frío en Laponia es muy seco, por tanto unas buenas prendas evitarán que penetre dentro de nuestro cuerpo. El viajero se va aclimatando paulatinamente a medida que pasan las horas desde su aterrizaje en este planeta de nieve y hielo. Pero, cuando el termómetro desciende más allá de los 17 grados por debajo de cero existen una serie de trucos que nos van a ayudar a disfrutar más la jornada si durante varias horas vamos a estar realizando alguna actividad en el exterior. Todos los interiores, dicho sea de paso, están calefactados con el máximo confort.
Ahí van algunos secretos para disfrutar de un auténtico día de frío ártico:

1) Lo que en realidad abriga no es el grosor de una prenda sino la cámara de aire que produce. Por tanto varias capas finas y amplias son mejores que una gruesa o ajustada. Además, es mucho más cómodo y nos permite ir poniéndonos o quitándonos según nos sintamos en cada momento. Los tejidos deportivos han avanzado tanto en los últimos años que conviene aprovechar su ligereza, flexibilidad y sobre todo su capacidad de transpiración.
2) Pies, manos y cabeza son las partes del cuerpo por donde perdemos más calor:
- Ya hemos hablado anteriormente que el “sombrero de los 4 vientos” lapón es muy amplio. Se puede llevar uno más discreto, pero el gorro es siempre recomendable.
- En cualquier empresa de safaris le van a facilitar todo tipo de ropa; mono, casco… también botas. Las suyas de alta montaña van bien en un día normal, pero uno de mucho frío coja las que le ofrecen. De esta manera puede pedir dos o tres números por encima de su talla de forma que le entren bien con dos o tres pares de calcetines y siga sobrando espacio. Que la bota le baile un poco es lo que generará la cámara de aire que protegerá sus pies de entumecimientos mientras otros dan saltitos.
- La misma filosofía la empleamos con los guantes. Para actividades exteriores con frío intenso lo ideal son unos finos y ajustados. Encima nos pondremos esas grandes manoplas que nos dará la empresa de safaris y que darán el triple de calor que el mejor de los guantes de esquí o escalada en hielo. Las llevaremos puestas por ejemplo mientras vamos en moto de nieve o trineo de perros, y nos las quitaremos un momento si al parar necesitamos manipular objetos; la cámara, el teléfono… mientras seguimos contando con la protección de la primera capa.
3) Cuando no lleve el mono que dejan las casas de safaris lo mejor para las piernas en una primera capa de mallas de corredor y encima unos pantalones de esquí.
4) Los continuos cambios de temperatura al entrar y salir de interiores a la calle, la acción del viento cuando vamos en moto de nieve o trineos, la sauna, etc., hace que en cualquier viaje a Laponia no deba faltar en nuestro neceser una buena crema hidratante para aplicarla en la cara al levantarnos y al acostarnos.
5) Recuerde que el alcohol es vasodilatador. En un principio puede dar una sensación de calor interior pero en realidad está desarmando a nuestro cuerpo contra el frío.

Laponia Finlandesa

La Provincia de Laponia (en finés Lapin lääni) es una de las seis provincias con que cuenta la organización político-administrativa regional de la República de Finlandia desde la reforma de 1997. Su capital administrativa es la ciudad de Rovaniemi. La Laponia finlandesa forma parte de la región geográfica más grande de Laponia y se extiende desde Rovaniemi, en las inmediaciones del Círculo Polar Ártico hasta la frontera norte con Suecia, Noruega y Rusia.
La provincia de Laponia tiene solamente unos 203.000 habitantes (2008), que representan el 3,6% de la población de Finlandia. La densidad de población es claramente la más baja del país (2,2 habitantes por kilómetro cuadrado), cuando la de Finlandia es de 16,7 hab./km2. La población indígena Sami es de 7.000 habitantes.
Las ciudades más notables de la provincia, además de su capital, son Kemi, Tornio y Kemijärvi..
Ciudades y regiones
La capital administrativa de Laponia es Rovaniemi con 34.400 habitantes, las otras son Kemi con 25.100 habitantes, Tornio con 23.300 habitantes y Kemijärvi con 12.100 habitantes. La provincia de Laponia tiene 18 regiones: Simo, Ranua, Posio, Keminmaa, Tervola, Municipio de Rovaniemi, Salla, Pelkosenniemi, Savukoski, Sodankylä, Kittilä, Inari, Utsjoki, Ylitornio, Pello, Kolari, Muonio y Enontekiö.
Conexiones aéreas
Laponia tiene cinco aeropuertos con servicios regulares desde Helsinki con destinos en Rovaniemi, Kemi, Kemijärvi, Kolari.

Rovaniemi


Rovaniemi en finés, Roavvenjárga o Roavenjárga en sami septentrional, Ruávinjargâ en sami de Inari y Ruäˊvnjargg en sami de Skolt, es la capital administrativa de la provincia de Laponia, en la República de Finlandia, y cuenta con unos 58.000 habitantes (2006) y una superficie de 8.017 kilómetros cuadrados. Está situada cerca del círculo polar ártico entre los montes de Ounasvaara y Korkalovaara, en la confluencia de los ríos Kemijoki y Ounasjoki. Además de su situación geográfica como puerta de Laponia y, por tanto, país de Papá Noel, es una ciudad universitaria que alberga la Universidad de Laponia.
El 1 de enero de 2006 la ciudad de Rovaniemi se fusionó con el extenso pero poco densamente poblado Rovaniemen maalaiskunta ("municipio rural de Rovaniemi"), que rodeaba completamente la ciudad. Antes de la unión la población de la ciudad era de unos 35.300 habitantes, su superficie de 94,3 km² y la densidad de población de 374 hab./km².

Historia

En 1938 Rovaniemi tenía la administración de Laponia. Cuando el 19 de septiembre de 1944 Finlandia y la Unión Soviética firmaron el armisticio, con vista a seguir la guerra como aliados contra el enemigo común, el Tercer Reich, las tropas de la Wehrmacht estacionadas en la zona practicaron una táctica de "tierra quemada" en su retirada, para lo que provocaron la explosión del deposito de municiones, lo que ocasionó un incendio de gran magnitud que arrasó la totalidad de la ciudad de Rovaniemi, en su mayor parte construida en madera.
Después de la Segunda Guerra Mundial se le dio el encargo al arquitecto Alvar Aalto de que el plano de la ciudad tuviera la similitud al asta de un reno. La fundación de la nueva Rovaniemi tiene como fecha de partida el año 1960.
Esta población mantiene su nivel social más alto en la época invernal, cuando se puede disfrutar de deportes de nieve como esquí, snowboard, motos de nieve, safaris por parques naturales, trineos tirados por perros, pesca en hielo, patinaje... Mantiene durante el curso académico una ferviente vida universitaria y nocturna. Durante la época estival se pueden realizar safaris y otras actividades.
Además dispone de varios museos, uno de los más conocidos es Artikum con exposiciones dedicadas sobre todo a la historia sami pasando por diferentes épocas.
Esta ciudad es donde nació Mr. Lordi, el líder del grupo ganador de Eurovision en 2006. En la calle peatonal Lordi square hay una placa con las manos de los componentes y el cantante posee un restaurante en el centro.

Los finlandeses han sabido desarrollar una industria turística de invierno que aventaja en número de atractivos y posibilidades a la oferta de sus vecinos:

a) Motos de nieve: Podemos considerar la Laponia Finlandesa como el paraíso para la práctica de este moderno deporte. Quien no haya probado la facilidad con la que estas máquinas se desplazan mientras parecen flotar sobre la nieve, tiene un motivo para realizar excursiones o safaris sobre estas naves que aún hoy nos parecen sacadas de una novela de ciencia ficción.

Cómo conducir una moto de nieve

La confianza no está reñida con la prudencia:
-Las motos de nieve son muy fáciles de conducir. Con la palanca del manillar derecho aceleramos; no hay cambio de marchas. Con la palanca del manillar izquierdo frenamos, si no necesitamos hacerlo de forma inmediata basta con ir soltando el acelerador.
-Tienen una gran estabilidad y se adaptan perfectamente al terreno por lo que alguien sin experiencia las puede manejar con soltura.
-Como van sobre dos patines, en giros cerrados ayuda cargar el peso del cuerpo sobre el sentido del mismo, es decir, en curva a la derecha conductor y acompañante cargan el peso sobre el patín derecho y viceversa. Esto se nota especialmente en terrenos con abundante nieve virgen.
-En resumen: alguien que no quiera correr riesgos es muy difícil que tenga un percance. Por el contrario, podemos disfrutar desde el primer segundo siempre y cuando sigamos a un guía que conozca la zona.
-La empresa que organiza el safari les proveerá en destino de todo lo necesario: mono térmico, botas, casco… Debajo de las manoplas que le prestarán es ideal si usted puede llevar sus propios guantes finos y ajustados, con ellos le será mucho más fácil manipular objetos en las paradas. Normalmente, los cascos portan la visera que protege la cara del viento, por lo que para que no se empañe si lleva gafas es mejor, si puede, ponerse lentillas.
Se trata de un vehículo más, es decir: la policía puede realizarle un control de alcoholemia, hay que guardar distancia de seguridad con la moto que nos precede, ir pendiente de las que pueden venir en sentido contrario, llevar a los niños en el remolque que arrastra la moto del guía, ser mayor de edad para conducirla o estar en posesión de la licencia que autoriza a llevar ciclomotores…
Conducción fluida según el tipo de terreno, es decir: si quiere llevar su vehículo como un maestro y de paso impresionar a su “pasajero” no deje de jugar con el acelerador; la moto gira mejor desacelerando en un principio y acelerando al final; la misma teoría sirve también para mantener la línea recta en terrenos inestables.
Lo anterior funciona especialmente en los espacios abiertos, que son los ríos y lagos congelados (las autopistas de la motonieve) pero el verdadero arte se demuestra en las pistas que atraviesan los bosques. Este escenario, además de ser el más bello y excitante, nos ofrece un terreno donde, si no ha nevado mucho la noche antes, suele haber baches. Estos son el auténtico reto para el amante de la conducción:
¿Cuál es el secreto?: dar un breve golpe de aceleración al principio de la pendiente del bache y soltar en lo que la moto termina de subirlo y bajar de nuevo. De esta forma evitamos ir dando saltos sin control y hacer sufrir a nuestros riñones y espalda. Por el contrario, si se logra hacer bien, lo cual sólo requiere atención constante al terreno, la moto parece que cabalga.
Otros
-Muchas motos llevan calefacción. A menudo encontramos una palanca o botón con los que regular la temperatura de la empuñadura.
-A la hora de fijarnos en la velocidad hay que ser conscientes de que en alguna ocasión el contador puede venir en millas, aunque lo normal es que vengan dos, uno en millas y otro en kilómetros ( Si no es así, recordar que la equivalencia aproximada es 1milla= 1.600 metros ).
-La mayoría de las excursiones son bajo la luz del día pero también se pueden realizar nocturnas. Estas tienen el encanto de ir viendo el paisaje bajo la luz de los faros, y de paso, si hay suerte, tener opción de ver una aurora boreal.
-Igualmente, los recorridos pueden combinarse con otras actividades, como pesca en el hielo, paseo en trineo de renos, etc., pero lo ideal para los verdaderamente aventureros es hacer un safari de varios días como los que van desde Finlandia hasta algún punto emblemático de los países vecinos.

b) Trineos de perros: Durante siglos ha sido el medio de transporte tradicional en estas latitudes. No contamina, no produce ruidos. La mejor manera de avanzar en silencio y armonía por bosques nevados con la colaboración de unos animales que, como el viajero comprobará, disfrutan corriendo y remolcando a sus pasajeros. Una experiencia digna de las mejores novelas de Jack London.

c) Crucero en Rompehielos: Cuando las condiciones lo permiten, tenemos el privilegio de dar un giro inesperado al concepto clásico de navegación; surcar un mar helado a bordo del mejor rompehielos turístico del mundo.
¿Cómo funciona un rompehielos?
La mayoría de las personas imagina que estos barcos “cortan” el hielo en virtud de afiladas proas. Si lo pensamos con más detenimiento veremos que necesitaríamos una potencia impensable para tajar un elemento que sabemos que tiene cuatro quintos de su densidad sumergidos.
Pensad un último instante, antes de leer la solución en la siguiente frase, cómo lo haríais vosotros… Como suele ocurrir, si habéis pensado en complejos artefactos, la solución es más sencilla: los rompehielos no cortan el congelado elemento acuático, lo aplastan.
¿Cómo?
A finales del siglo XIX el gran explorador noruego Fridtjof Nansen decidió demostrar que el Polo Norte no era un continente.
Para ello diseñó un barco que quedara encallado en los mares helados del norte de Nueva Siberia -al este del polo-.
El barco quedó varado en el hielo tres años. Cuando las aguas comenzaron a descongelarse dejando a la embarcación libre de nuevo para la navegación esta se encontró, sin haberse desplazado un solo metro, sobre el archipiélago de Spitzbergen Occidental -al oeste del Polo-.
( Sí quiere saber más sobre esta fascinante proeza, pincha en el siguiente enlace).
Lo que ahora nos ocupa es cómo el casco aguantó la presión lateral de los hielos al formarse alrededor del barco, en lugar de partirse , como hasta entonces ocurría.
Nansen, jefe de expedición, Otto Sverdrup, capitán y Colin Archer, ingeniero naval, trabajaron en un novedoso diseño de barco con una forma tal que los hielos lo levantaran en lugar de presionarlo y hundirlo: haciendo la quilla acampanada, en forma de U, en lugar de la habitual forma en V. Evidentemente, esto hace a las embarcaciones mucho más inestables en mar abierto, pero el “Fram”, que así se llamaba el famoso barco, salió, en contra de todos los pronósticos, triunfante, y de esta manera llegó a Oslo el 9 de septiembre de 1896.
Por tanto, los rompehielos tienen la quilla acampanada, la gran potencia de unos motores provistos de cilindros de más de un metro de alto la montan sobre la placa de mar helado, el gran peso de estos buques hace que esta vaya cediendo, incluso en grosores que alcanzan el metro y medio. Si usted quiere construir un rompehielos no olvide instalar un buen sónar; este le avisará de los islotes de hielo submarino que no se divisan desde la superficie pero que pueden alcanzar los quince metros de espesor bajo el agua. Evítelos y podrá abrir con éxito la carretera por la que luego circularán los barcos que comunican muchas poblaciones del Mar Báltico. Es por esto que Finlandia tiene la mayor flota de rompehielos del mundo.

Rompehielos "Sampo" en la ciudad de Kemi

El MV Sampo es un rompehielos finlandés construido en 1961. Después de servir durante más de 30 años como rompehielos, el Sampo, empezó a ofrecer excursiones de un día para los turistas por el golfo de Botnia desde el puerto de Kemi en la Laponia finlandesa. Es el único rompehielos turístico del mundo y es también una inolvidable experiencia ártica.
Datos sobre el SAMPO
* eslora: 75 m, manga: 17,4 m
* altura del puente de mando desde la línea de flotación: 14 m
* peso: 3.540 toneladas, calado: 7 m
* potencia de los motores: 8.900 CV
* velocidad en mar abierto: 16 nudos
* velocidad en 50 cm de hielo compacto: 8 nudos
* capacidad de corte de hielo: 70-120 cm, hielo compacto
* capacidad de pasajeros: 150 personas
* personal 9 personas
* año de construcción: 1961

d) Encuentros con Santa Klaus: En los bosques vírgenes del norte hace tiempo que estableció su residencia, su taller y su oficina postal este personaje universal que rinde homenaje a aquel pastor finlandés que hace varios siglos decidió construir desinteresadamente juguetes para niños. El encuentro con el auténtico, en su propio entorno, no puede ser superado por ninguno de sus imitadores en el resto del mundo.
En la ciudad de Rovaniemi existe el Santa Claus Park, la residencia oficial de Papa Noel, donde se puede disfrutar de un paseo, conocer personalmente a Santa Claus, o enviar una carta desde la oficina postal central de Papa Nöel. También por este parque pasa la línea del Círculo Polar Ártico que traspasamos al llegar a la ciudad por avión, ya que el aeropuerto (que esta a unos 9 Km. del centro de la población) está dentro del Circulo Polar Ártico.

e) Cabañas de Madera: Sería difícil encontrar un rincón del planeta con mejor oferta. En un país en el que toda su superficie es bosque encontramos estas construcciones insuperables, tanto por el confort de sus interiores como por la belleza de los entornos que las acogen. Sin duda, la opción más entrañable y auténtica para parejas, familias o grupos de amigos. Y no olvidemos que en el país que inventó la sauna estas no pueden faltar en cada edificación o complejo.

Los Secretos de la Sauna

-¿Cómo ha sobrevivido durante milenios gente que, como los finlandeses, pueden enfrentarse durante el invierno a temperaturas próximas a los 20, 30, 40 grados bajo cero? El récord en Laponia, por cierto, es -55º, pero no se asuste, esto ocurre muy pocas veces por siglo.
Hace sólo unas décadas que la calefacción central es una realidad en los países fríos.
Imaginemos lo sufridas que podían resultar antaño acciones tan rutinarias como lavarse las manos. La invención genial de la sauna facilitó que la gente pudiera asearse, relajarse y recuperar algunos miembros entumecidos por las temperaturas extremas.
Suponemos que su existencia es tan antigua como la de las termas o los baños de vapor en el sur de Europa, pero el primer documento escrito donde se menciona la sauna data de 1.113.
Hasta hace unas pocas generaciones la sauna ha sido el lugar de la casa donde tradicionalmente las mujeres del medio rural han dado a luz ¿Por qué? Las temperaturas cercanas a los 120 grados que podían alcanzar las convertían en la habitación con mejor desinfección. Evidentemente, las parturientas las utilizaban apagadas o a baja temperatura. Aún hoy día es frecuente, entre la tercera edad, encontrar personas que han nacido en ellas.
Todo lo anterior ha contribuido a que la sauna sea para un finlandés un espacio de devoción. Forma parte de su rutina, pero entroncada con una tradición que la concebía, al igual que algunas tribus de Norteamérica, como lugar de purificación física, mental y espiritual.
Es un lugar donde dejar de lado los problemas y agobios de la jornada, sí, pero también donde celebrar encuentros de trabajo. La mayoría de las empresas tienen una, a menudo sus empleados pueden usarla cuando están estresados, pero también para llevar a cabo reuniones. “Presidencia del Gobierno” tiene su “Sauna Oficial” y en ella tienen lugar entrevistas de estado.
Casi todas las viviendas en Finlandia cuentan con una. En las ciudades suelen ser eléctricas. Son las más modernas, las que la mayoría de los extranjeros conocen, las que se han acabado imponiendo por razones de tiempo y comodidad. Con sólo accionar un mando, una buena sauna eléctrica está lista en veinte minutos.
Sin embargo, muchas de las casas de campo, que a menudo funcionan como segunda residencia, siguen conservando la sauna original, la que se calienta con leña. Lleva aproximadamente una hora tenerla lista, y todo este tiempo hay que estar alimentando el fuego que calentará las piedras, pero los aceites y vapores que libera la madera son mucho más agradables para la piel y los pulmones. De hecho, permite aguantar temperaturas más altas que la eléctrica, mucho más seca.
Las saunas de leña suelen estar a la orilla de un lago. En verano podemos correr por una plataforma de madera y zambullirnos directamente dentro del agua.
Existe una segunda modalidad tradicional: la sauna de humo, la que también utilizaron algunas tribus de Norteamérica para sus rituales. Calentar las piedras lleva unas cinco horas, por lo que es la más cara y difícil de probar, pero para muchos se trata de la mejor.
Existe un dato revelador: en un país de cinco millones de habitantes hay un millón seiscientas mil saunas.
Si quieres seguir la tradición, a menudo sabia, los consejos de la Sociedad Finlandesa de la Sauna y la experiencia de quien les escribe he aquí algunas recomendaciones:

-Entrar de dos a cuatro veces en sesiones de cinco a diez minutos con una temperatura de 60 a 100 grados, en una de leña se pueden alcanzar los 120. Como vemos, según los gustos y resistencia de cada uno; no se trata de un desafío ni de una competición, el objetivo es relajarse, recuperar fuerzas y disfrutar, lo que en terminología moderna se denomina “mimarse”.
-Entre sesión y sesión es muy conveniente ducharse con agua fría; en invierno muchos finlandeses se lanzan desnudos sobre la nieve o se introducen en una piscina cavada en el hielo. ¿Es también esto mimarse? Puede que sí: el gran contraste de temperaturas reactiva la intensidad del riego sanguíneo, multiplica su afluencia y velocidad, lo que en un primer momento arrastra toxinas de tejidos y músculos y posteriormente los tonifica y relaja. La sauna te limpia tanto por dentro como por fuera.
Esta práctica, además de poner en forma al corazón, entrena el termostato de nuestro cuerpo para que soporte mucho mejor tanto el frío como el calor.
-¿Quieres más razones? Ahí va otra: observad el cutis de la mayoría de los finlandeses.
-No olvides que conviene evitar las comidas pesadas y el alcohol antes de tomarla. Es mucho mejor entrar antes del almuerzo o la cena. Los finlandeses a veces se toman mientras una cerveza fría, y en verano, en el campo, es tradicional hacer una barbacoa de salchichas nada más terminar.
-La gente con problemas de corazón o la presión alta deberían evitar nadar en agua frías tras salir de la sauna.
-Entre toma y toma, en una misma sesión, los finlandeses se toman su tiempo, dejan fuera del vestuario las prisas, de hecho en estos suele haber una sala de relax, con asientos cómodos y una televisión. Allí dejan que su cuerpo asimile progresivamente los cambios musculares y cardiacos que se están generando, antes de volver a entrar.
-Los locales, a menudo se azotan con unas ramas de abedul previamente humedecidas, cortadas en verano antes de que pierdan las hojas y atadas en la base en forma de escobilla. Los suaves golpes masajean, ayudan a que la irrigación sanguínea se distribuya aún mejor y de paso las hojas de abedul liberan sus aceites sobre la piel y hacen que se respire y huela mejor.
-Recuerda que es muy importante arrojar de vez en cuando agua sobre las piedras. El vapor que genera es el que nos ayuda a transpirar. A tal efecto siempre encontrarás un cubo con un cazo a mano.
-Un último detalle para terminar como auténticos profesionales: una buena crema hidratante sobre la cara, especialmente si es invierno y hay temperaturas bajas en el exterior, si en ese momento tienes la piel algo irritada déjelo para más tarde. Los caballeros pueden aprovechar que en ese momento es mucho más suave el afeitado.

1 comentario:

Mar de Loksli dijo...

¡Como te lo has currado, mi franelito!
Pero todavía me asaltan dudas. ¿Me las aclaras esta noche?

Mar de Loksli