lunes, 2 de agosto de 2010

El Camino de Fran... digo de Santiago... (Etapa III)


2 de agosto de 2.010
PORTOMARIN - PALAS DE REI (25 Kms.)

Total kilómetros acumulados: 49 kms.

No tengo palabra, ni fuerza de voluntad. ¡Otra vez lo he vuelto a hacer! (No, no tiene nada que ver con la chinita de las lilas...). Me había jurado tomarme la etapa con tranquilidad, habida cuenta de que llevo el pie de siempre "al jerez" y tenía unas sensaciones raras en el gemelo de la pierna derecha... pero no he podido. Hoy he salido más tarde que ayer, a las 8:15, por el simple hecho de que trasnoché y me ha costado un huevo levantarme y, por ende, lo he hecho todo a cámara lenta. Resumiendo: que estaba con la anchoa subida esta mañana. Así que he decidido comenzar muy despacio y midiendo mis fuerzas. Pero en el kilómetro 5 ya llevaba una media de 4,9 kilómetros a la hora, que ha acabado en 5 km/h de media al final de la etapa. Por cierto, se me olvidaba decir que he invertido 5 horas justas en hacer la etapa y las 13:15 ya estaba en el peazo albergue que hay antes de entrar en Palas de Rei (hacen unas hamburguesas de muerte y tienen una terracita de lujo). Además, cada muy pocos kilómetros te encuentras tentaciones en forma de terracitas en las que la gente degusta cautivadores bocatas humeantes de viandas diversas, bebidas de todo tipo, excitantes o no y que invariablemente te prometen el mejor pulpo de Galicia. Pero eso desde el kilómetro 3. Pero he sido fuerte y he rechazado de plano, enérgicamente y sin titubeos, las 5 primeras terracitas.; con decisión, pero con alguna flaqueza las 5 siguientes; tibiamente y algo jodido por ser tan cabezón, las otras 5; con lágrimas en los ojos y jurando en Arameo en contra de mis padres por hacerme así, la siguiente tanda; y llorando a moco tendido, pataleando en mitad de la carretera y maldiciendo mi carácter sin puntos intermedios entre los extremos, las 5 finales... En fin, que me he plantado en el final de la etapa (25 kms.) sin haber parado siquiera para mirar el culillo de alguna tía buena que me anime en el duro caminar. Mi GPS, en Palas de Rei me indicaba que, en todo el día, sólo había estado parado un total de 10 minutos, que son los que he necesitado para hacer unas pocas fotos. De hecho, he adelantado a todos los que habían salido a las 7 y a la mayoría de los que habían salido a las 6. Y no es que yo sea Superman, es que ellos paran mucho y yo nada de nada. Creo que dicen que en el término medio está la virtud, pero yo creo que en el Camino de Santiago no existe: o te vienen bien las paradas o no te ayudan en nada. Yo he descubierto que parar mucho no aporta nada (gastar dinero y cebarte como un cochino jabalín) y que mola que te cagas tener toda la tarde para lamerte las heridas y para maldecirte por estar haciendo el Camino en lugar de estar tirado en tu sillón favorito... por ejemplo (se me ocurren cosas mejores, pero la decencia y Mar me impiden publicarlo). He de decir que hoy ha hecho más calor (25º-27º), pero nada comparable a lo de Madrid. En fin, que cada uno extraiga las conclusiones que quiera y que haga sus pruebas en el camino. De la etapa de hoy debo decir que es muy, muy dura, porque se hace muy, muy larga. A un comienzo entre tupidos bosques, se le suceden interminables paseos por carreteras diversas. Este hecho, sumado a los continuos vadenes, con sus cambios de ritmo, hacen que no veas el momento de terminar. Una etapa jodida, para la que hay que estar bien mentalmente, además de físicamente.
Hoy os dejo una foto curiosa de cómo la peña se busca la vida para secar la ropa cuando no se te ha secado por la noche: se llevan imperdibles y la cuelgan por el macuto.
También os intercalo fotos de los controles de paso por mojones emblemáticos de hoy: el del kilómetro 80, el del kilómetro 70 y el del kilómetro... ¡¡69!! (Super, luego te explico por qué ese es emblemático...).

Os dejo, como ayer, el rutómetro y datos interesantes de la etapa por si os animáis a hacerla. Me despido hasta la próxima conexión, si Santiago y el Dios Internés lo permiten. Bye, bye my friends.

ITINERARIO:

Retrocedemos desde el albergue público hasta la cercana iglesia de San Nicolás y seguimos de frente para salir por la avenida de Chantada, que desemboca en la misma carretera. Desde este punto bajamos hasta una pasarela metálica que salva el Rego das Torres, que se junta aquí con el Miño. La cruzamos y giramos a mano derecha junto a unas casas. Superadas éstas, el mojón 89 nos guía por un camino que nace a la izquierda (Km 1) y que sube por la falda del monte San Antonio. Ascendemos aproximadamente un kilómetro y comenzamos a llanear entre pinos y prados. El camino baja hasta el arcén de la LU-633 y pasado el cruce a San Mamede y Velade tomamos un andadero pegado a la carretera. Unos cientos de metros más adelante, a la altura de una fábrica de ladrillos (Km 3), cruzamos la carretera y continuamos por un andadero similar que avanza por la derecha. A la altura de unas naves de fertilizantes y abonos cruzamos de nuevo la LU-633 y progresamos por la izquierda. Cuatrocientos cincuenta metros después llegamos a Toxibo (Mojón 85,5). Una casa y, más adelante un elegante hórreo en piedra y madera, decorado con un rosetón y rematado con pináculo y cruz, es toda la visita (Km 4,8).

Aunque aún caminamos muy cercanos a la carretera, varias manchas de pinos nos aíslan de ella durante un pequeño tramo. De nuevo junto a la asfalto pasamos un merendero (Km 7,3) y tiramos hasta la cercana parroquia de Gonzar (Km 8). La iglesia de Santa María y el núcleo poblacional quedan a la izquierda. Pasamos junto al bar y el albergue público y en breve giramos a la izquierda para tomar una pista que sube a Castromaior, también parroquia del Concello de Portomarín con iglesia románica de finales del XII y un cercano castro prerromano de grandes dimensiones (Km 9,3). Desde Castromaior afrontamos una exigente subida de 700 metros hasta otro andadero paralelo a la LU-633 (Km 10). Aún cruzamos otro par de veces la carretera hasta llegar a Hospital da Cruz, aldea de la parroquia de San Mamede de O Río, también de Portomarín. (Mojón 78,5 y Km 11,8).

Cruzamos con precaución la N-540 y tomamos la C-535 en dirección Ventas. Se trata de una modesta carretera provista de un arcén compacto por el que transitaremos durante los próximos 10 kilómetros hasta el enlace de la N-547 en A Brea. La siguiente población que visitamos es Ventas de Narón (Km 13,3). A la salida hay una pequeña capilla rehabilitada en el 2004. A medio kilómetro, en suave ascenso por el arcén, llegamos hasta el mojón 76,5, que anuncia la Sierra de Ligonde (Km 13,8). Los 756 metros de altitud deben hacer referencia a otro punto más elevado porque nos encontramos a 722. La sierra de Ligonde divide las cuencas de los ríos Miño y Ulla.

Ahora disfrutamos de un buen tramo en descenso. Kilómetro y medio más adelante dejamos a un lado la aldea de Previsa, la primera del Concello de Monterroso (Km 15,3) y medio kilómetro más abajo, a mano derecha, se encuentra Os Lameiros, con el pazo y la capilla de San Marcos. A doscientos metros, junto al Camino, se alza el célebre crucero de Lameiros. Es de doble cara y fue colocado en 1670. En un lado está representada la imagen de Cristo y en la otra la Virgen de los Dolores. En la base podemos distinguir unas tenazas, una corona de espinas y una calavera, referentes al calvario de Jesús (Km 16).

De inmediato llegamos a Ligonde (Km 16,5), pasando junto a la cruz que señala el lugar de un antiguo cementerio de peregrinos. También junto a la Casa de Carneiro, que tuvo como huéspedes ilustres a Carlos V, en marzo de 1520 cuando viajaba para ser coronado emperador, y a Felipe II, en mayo de 1554 de camino a La Coruña para casarse con María Tudor A la salida de Ligonde, a la vera del albergue municipal, cogemos una senda que baja pegada a un muro hasta el puente sobre el río de Airexe (Km 17). Remontamos el tobogán hasta Airexe (Km 17,4). A mano izquierda, algo apartada, se encuentra la iglesia de Santiago, de factura neoclásica y con la portada románica de su predecesora. Avanzamos por el arcén y seguimos de frente tras cruzar la carretera LU-3301 (Km 18,5). Después alcanzamos la aldea de Portos (Mojón 71 y Km 19,4), ya del Concello de Palas de Rei (en breve el desvío a Vilar de Donas) y la parroquia de Santiago de Lestedo (Mojón 70,5 y Km 20). Subimos hasta la aldea de Os Valos (Km 20,9) para bajar a A Mamurria (Km 21,5). Posteriormente vienen A Brea (Km 22), donde dejamos la pista asfaltada - carretera para transitar en paralelo a la N-547. Junto a ésta se sitúan primero Avenostre (Km 22,4) y después O Rosario, lugar donde los peregrinos rezaban un rosario ante la vista del Monte Sacro, donde los discípulos del Apóstol Santiago domaron a los toros bravos que trasladaron el cuerpo del santo (Km 23,4).

Medio kilómetro más adelante llegamos al área recreativa Os Chacotes, donde está el albergue público del mismo nombre (Km 23,9). Unos metros más y llegamos a Palas de Rei. Entramos por la rúa do Cruceiro, visitamos la iglesia de San Tirso y bajamos la escalinata hasta el mismo centro del Concello, donde se encuentran los demás albergues (Km 25).


DIFICULTADES:

Hasta el alto de la Sierra de Ligonde (Km 13,8) se supera un desnivel de 335 metros pero se pasa con facilidad. Sólo hay un repecho exigente a la salida de Castromaior. Desde la Sierra se suceden varios toboganes - típicos en Galicia - hasta Palas de Rei.


OBSERVACIONES:

Durante la etapa encontraremos al menos un bar en Gonzar, Castromaior, Ventas de Narón, Airexe, entre Portos y Lestedo y en el mismo Lestedo.


QUÉ VER, QUÉ HACER:


  • GONZAR:
    Santa María de Gonzar es una de las 20 parroquias del Concello de Portomarín. Gonzar era una encomienda de los caballeros de San Juan de Portomarín y la parroquia de Santa María es su monumento más importante. Más arriba, en Castromaior, nos encontramos en una zona de castros celtas que nos pueden dar una imagen de cómo era Galicia antes de ser conquistada por los romanos. En esta parroquia se encuentra la pequeña iglesia de Santa María, de estilo románico sencillo y tosco pero muy bien conservado. En su interior destacan una talla románica de la Virgen y un retablo del siglo XVI. En Gonzar hay un par de bares, uno al pie de la carretera y otro en el interior que también es albergue. Castromaior también tiene bar.
  • VENTAS DE NARÓN:

Ventas de Narón fue un alto en el camino antes de cruzar la sierra de Ligonde y lugar de transacciones comerciales. A la salida del pueblo está la Capilla de la Magdalena, que puede ser un indicio de la existencia de un antiguo hospital al servicio de los peregrinos. Se cree que en este lugar los cristianos, tras descubrir el sepulcro del Apóstol en Santiago, batieron al emir de Córdoba en su intento de conquistar Galicia. Aquí localizó Benito Viceto el inicio de su novela histórica Los Hidalgos de Monforte, cuando un grupo de caballeros se reúnen para preparar el ataque contra el conde de Lemos.

  • LIGONDE:
    Ligonde es una de las 29 parroquias del Concello de Monterroso y engloba a 12 aldeas o entidades. Antaño también fue una importante estación jacobea donde aún se conserva un cementerio de peregrinos, anexo a un desaparecido hospital de la Orden de Santiago. Llama la atención la decoración de sus fachadas. Fue donado en el 956 por el conde Osorio a su esposa doña Teoduli Pepiz para redimir sus pecados. Su iglesia de Santiago, neoclásica, conserva la portada románica de su antecesora. Justo antes de entrar en Ligonde se encuentra el cruceiro de Lameiros (1670), donde los cuatro lados de la base representan al calvario o a la muerte de Jesús (martillo, clavos, espinas y calaveras), mientras que en la cruz asombra el relieve de la maternidad o la vida. Tiene un albergue municipal y los bares y el albergue público se encuentran en el inmediato núcleo de Airexe.
  • MONASTERIO DE VILAR DE DONAS:

Entre Portos y Lestedo (entre los kilómetros 19,4 y 20 de la etapa) se encuentra el desvío a Vilar de Donas, parroquia del Concello de Palas de Rei donde se encuentra la más valiosa de las más de veinte pequeñas iglesias románicas del municipio de Palas de Rei: la iglesia del Salvador con una portada de gran belleza y unas arquivoltas de gran riqueza iconográfica. El desvío tiene cerca de 2,5 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta. Si peregrinamos en bici no hay problema ya que a la vuelta se puede tomar la N-547 y enlazar con el Camino en A Brea.

  • PALAS DE REI:

La historia de Palas de Rei se remonta a épocas remotas, y más teniendo en cuenta la cantidad de castros celtas existentes en su término municipal y su emplazamiento en la vía romana Lugo-Astorga. Era un lugar importante en la Edad Media donde solían juntarse los peregrinos para afrontar los últimos tramos de la ruta jacobea. La iglesia de San Tirso, más en concreto, su portada románica, es el único vestigio que queda de su pasado histórico. Sin embargo la riqueza artística de su Concello es considerable: una veintena de iglesias románicas como la de Vilar de Donas, el castillo de Pambre y el literario y televisivo Pazo de Ulloa. Palas de Rei cuenta con múltiples posibilidades de aprovisionamiento y de disfrute para el peregrino.

2 comentarios:

superop dijo...

Me acabas de asustar.

El caminito este es mucho más duro de lo que me suponía.
Eso de que vayas por ahí saltándote terrazas con pulpo y birras, venga pulpo, venga birras...

Me voy a hacer una camiseta con tu jetuño a este paso...

¡Ándale, ándale! (Speedy Gonzalez)

Franloksli dijo...

Tranqui, Javi, que para un currela como tú no es para tanto. Cada día me doy más cuenta de que es una cuestión mental el acabar cada etapa. Como andes pendiente de los kilómetros, de los dolores, de las rozaduras, esto es un infierno.
Pero si te pones a pensar en tus cosas, a mirar musarañas y te abstraes de ños kilómetros es una gozada y el cuerpo cada vez te pide etapas más largas.
Estoy deseando acompañarte en el Camino.
Un abrazo de tu Speedy de moda.