miércoles, 11 de agosto de 2010

El Camino de Fran... digo de Santiago... (Etapa VIII)

8 de agosto de 2.010
NEGREIRA - OLVEIROA (33 Kms.)

Total kilómetros acumulados: 180 kms.


Como pasé la noche del día de descanso en Corcubión, tuve que levantarme a las 6 de la mañana para poder salir de Negreira a las 8. Sabía que no me encontraba bien de la pierna, pero estaba decidido a enfrentarme a la primera etapa de mi vida de más de 30 kilómetros. Era uno de los dos retos que me había propuesto al deidir hacer el Camino de Santiago: 1. hacer más de 156 kilómetros, que era la mayor distancia seguida que había recorrido hasta el momento (al final he andado 180 kms., o sea que prueba superada).
2. afrontar una etapa de más de 30 kms. que, por amigos muy andarines, sabía que es un reto complicado y duro.
Pero no adelantemos acontecimientos.
A las 7:30 estaba desayunando en el Hotel Tamara, lugar desde el que continúa la etapa y curándome los pies para intentar que me molestaran lo menos posible, cosa que no conseguí.
Además, debía elegir con cuidado la estrategia a seguir ante una etapa tan larga. Me decidí por llevar un ritmo alto, por encima de 5 kms/h, para intentar que me cundieran los kilómetros y no se me hiciera muy larga la etapa. También decidí hacer paradas cada 10 kms., no muy largas, pero tampoco cortas, como de 20 minutos. Suficiente para que los pies y los músculos se relajen y siempre en sitios donde me pueda sentar y tomar bebidas isotónicas o azucaradas.
La verdad es que la estrategia creo que fue un acierto pues se me hizo menos larga de lo que pensaba, a pesar de andar durante seis horas y 15 minutos seguidos, a lo que hay que sumar 58 minutos de paradas. Es decir, en poco más de 7 horas había acabado la etapa, aunque tuve que mantener un ritmo de 5,3 kms/h, incluyendo un montón de subidas que tiene la etapa.

Todo iba bien hasta que, cuando llevaba unos 6 kms. recorridos, en un pueblo que no olvidaré fácilmente, me perdí y seguí unas indicaciones erróneas. La pérdida me supuso recorrer 3 kms. de más y perder más de media hora. Para colmo me zampé unas cuestecitas de las que hacen pupa. Eso supuso un duro revés en mi moral, pues me veía obligado a hacer una etapa de 36 kms.

¡Quien dijo miedo! A pesar de los dolores y del desánimo retomé el ritmo y me concentré en no bajar de esos más 5 kms/h, a pesar de que el perfil que reflejaba mi libro de ruta no coincidía para nada con la orografía que me iba encontrando. Es decir, el perfil pone un montón de cuesta abajo y yo sólo subía cuestas arriba. El primer subidón de moral vino la primera vez que divisé el mar y el segundo cuando mi GPS marcó que ya llevaba 30 kms. recorridos, récord absoluto en mis peregrinaciones. ¡Y eso que suele perder cobertura y siempre acabo haciendo más kms. de los que marca! Pero a partir de este momento me sobrevino un pequeño bajón físico y, cuando llevaba, 34 kms. andados y aún me faltaban 2 para acabar la etapa mis piernas tocaron fondo y tuve que quedarme en el pueblo de Ponteolveira, al que llegé a las 15:15 y donde decidí no seguir andando más para no hacerme una lesión aún mayor. A pesar de todo he decidido volver para acabar los 37 kms. que me restan hasta Finisterre (si a cabezón no me gana nadie).
Después de comer un buen bocata de calamares y de beberme casi un litro de Coca-cola, di por terminado mi peregrinar, con un sabor agridulce por los logros
conseguidos y por no haber podido llegar a Finisterre, lugar que visité al día siguiente, antes de regresar a Madrid y volver a ser un "Peregrino urbano" y enfrentarme a los problemas cotidianos y a restar días para volver al duro trabajo.

Las conclusiones que he extraído del Camino son las siguientes:

1. Nunca hacerlo en agosto y, menos, si coincide con Año Santo Compostelano.
2. La primera etapa, o las dos primeras, hay que hacerlas muy suaves y con descansos, para que el cuerpo vaya cogiendo el ritmo poco a poco.
3. Hay que tratar las rozaduras antes de que aparezcan las ampollas y limitar el uso de las famosas compeed. Empeoran las heridas y las cuecen. Sólo están bien para rozaduras incipientes, nunca para heridas.
4. Nunca hay que plantear etapas de más de 25-26 kms. No merece la pena y sólo vamos a conseguir castigar los pies y las articulaciones en exceso. No podemos olvidar que esta es una "carrera de fondo" y no de velocidad y que al día siguiente hay que volver a andar y al siguiente...
5. Cada persona debe adaptar su ritmo y los descansos a sus necesidades concretas. Opino que un ritmo de 4,5 km/h es bueno y necesario parar cada 2 horas o cada 10 kms. recorridos.

Pues nada más, sufridos lectores, si hay alguna pregunta en concreto que necesitéis formular para afrontar futuros retos, tendré mucho gusto en contestarlas.
Como siempre, os dejo la descripción de la etapa y me despido hasta nuevas entradas. Un saludo a todos y feliz verano.

ITINERARIO:

Desde San Xián (s XVIII), se obtienen buenas vistas de la villa, los pazos do Cotón y Chancela y la vega. Cruzando el campo del templo, por unas escaleras traspasamos una puerta y seguimos entre casas hasta encontrarnos con una callejuela que prosigue a la sombra de eucaliptos. Tras pasar junto a un depósito de agua desembocamos en una carretera, que debemos seguir hasta la aldea de Zas, a la que entramos desviándonos a la derecha.

Desde Zas, que posee un meritorio cruceiro con una original Piedad, toda la magia del antiguo Camino Real, flanqueado un arbolado, nos acompaña durante un par de kilómetros. Siempre a la derecha de la carretera, se cruzan las aldeas de Camino Real, Rapote y Piaxe (iglesia parroquial de Pena). A ambos lados merecen ser visitados los templos de San Vicenzo de Ar, neoclásico con elegante bóveda de cañón corrido, y San Martiño de Broño, de 1781. Por fin, y dejando atrás Portocamiño, un corto tramo de tierra nos devuelve al asfalto. Por Vilaserío entramos en el altiplano ondulado de la comarca de Xallas. Obligados a pisar la carretera desde Mola, muy pronto se gira a la derecha, en dirección a Pino de Val, para cruzar las aldeas de Bon Xesús (cruceiro antiguo), Gueima y Vilar de Castro. En esta última, girando primero a la derecha y luego a la izquierda, comienza el ascenso pródigo en panorámicas sobre Terra de Xallas, por las estribaciones del monte Aro (556 m). En lo alto, el camino se aproxima a un castro circular. En la bajada, por pistas de tierra, se llega a las aldeas de Lago y Abeleiroas. En Ponteolveira, con la fábrica del puente originaria del s. XVI pero muy reformada, tuvo lugar una desastrosa batalla entre los patriotas de la comarca y las tropas napoleónicas. Hasta Olveiroa se pisa de nuevo la carretera, dejando a la derecha un desvío que permitirá llegar a San Martiño de Olveira, cuya iglesia barroca muestra, en la fachada, un relieve del titular partiendo su capa con el mendigo. Muy cerca está la presa del embalse de Fervenza. Olveiroa es aldea grande y compacta que mantiene algunos buenos ejemplos de arquitectura popular, y la iglesia de Santiago, con un simpático busto de apóstol, precedida de una cruz.

QUÉ VER, QUÉ HACER:

· Olveiroa:
Olveiroa pertenece, junto a otras seis poblaciones, al Concello Dumbría. Destaca la iglesia parroquial de Santiago, con un busto del Santo en el pórtico. A menos de un kilómetro se encuentra la Ermita de Santa Lucía, donde la tradición manda lavarse los ojos en la fuente, secárselos con un pañuelo y dejarlo extendido junto a la Ermita. Cerca también se encuentra el gran embalse de Fervenza.


5 comentarios:

superop dijo...

180 kilómetros...
Está bien, posiblemente te frustre no haber llegado a Finisterre, pero...

180 kilómetros...

Eso es una proeza, Amigo.
Por cierto, no comentaré nada del Mc Donalds, los superhéroes sabemos que sacan las energías de las cosas más insospechadas...

Espero con impaciencia que nos podamos ver para que nos cuentes todas esas batallas de primera mano, y que me cuentes qué tal tu otro viaje... el viaje interior que has realizado y que sin duda habrá marcado un antes y un después en la azarosa vida de nuestro Fran...

Enhorabuena y descansa, que lo tienes merecido.

Abe dijo...

Fijate cómo son las cosas me conecto un minuto solo para leer "lo de tu peregrinaje"... bueno la verdad es por el "mal tiempo" que hace por aquí allende los mares...
A mí particularmente me parece una "mojigatería" los 180 km y que te estés quejando...
¡¡¡diossssss dónde está el Frna de siempre!!!
Se malo en la urbe, hasta pronto chaooooo!!!!

Alioth dijo...

Gracias Fran por compartir con nosotros cada etapa.

Toda la información que nos has ido aportando me ha parecido valiosísima para cuando nos animemos a ello. (Menos lo del burguer y las coca-colas, que ahí tu heroicidad ha quedado un poco mermada ;-).

Estoy con Super, estoy deseando que nos cuentes todos los detalles en vivo y en directo.

Un fuerte abrazo de oso.

Javier Sanz dijo...

Moitas gracias por tan detallada, interesante y divertida redacción.

A ver si podemos quedar cuando tus pies estén sanados. Conocidas tus preferencias te invito a una peazo de hamburguesa de pulpiño y ribeiro para beber con pajita.

Un abrazo compañero y felicidades por tu ruta.

Franloksli dijo...

¡Hola Jabalín!
Qué alegría que me hayas leído y que te haya gustado. Tengo ganas de verte. Te mando un correo personal y quedamos.
Un abrazo de Fran