viernes, 20 de marzo de 2009

IÑAKI OCHOA DE OLZA

Ha pasado casi un año, lo sé. Pero entonces no tenía mi Blog y llevé en mi interior el más profundo dolor por la muerte de Iñaki Ochoa de Olza. No, ni siquiera le conocía. No es preciso conocer a las personas para admirarlas. Por ejemplo, la muerte del deportista Fernando Martín me dolió como si hubiese muerto un hermano mío. Fui a despedirme de él al entonces Pabellón del Real Madrid en la Castellana (creo que me acompañó mi fiel amigo Jesu) y hasta el día de hoy me acompaña su recuerdo.
De Iñaki Ochoa de Olza apenas sabía nada. Sólo referencias de artículos sobre alpinismo, colaboraciones en "Al filo de lo imposible", del injustamente tratado por TVE Sebastián Álvaro y poco más. Pero los intensos días de noticias sobre la gravedad de su situación en el Annapurna me hicieron profundizar en su vida y descubrir un ser humano excepcional.
"El 23 de mayo de 2.008 fallecía Iñaki a 7.400 metros de altura, en la arista este del Annapurna, víctima de una dolencia cerebral, combinada con un edema pulmonar. Más allá de su pérdida irreparable, el rescate de Iñaki quedará como una de las demostraciones de compromiso y humanidad más puras que quepa recordar." (Revista CAMPO BASE nº 53 - Julio 2.008)

Np voy a escribir aquí una biografía de este excelente ser humano y alpinista: sólo es mi pequeño homenaje a una persona a la que admiro y a la que desearía parecerme. Os adjunto tres noticias aparecidas en la revista CAMPO BASE sobre Iñaki y os dejo la oración que escribió su padre a Iñaki, al enterarse de su muerte:

ORACIÓN AL JOVEN IÑAKI
(Por Iñaki Ochoa de Olza Sanz)

Te doy gracias señor
porque en los pactos del destino
le reservaste a Iñaki trozos limpios
sin mancha cierta, o mínima,
sin secuestros de nadie,
sin cerviz agachada,
ni miseria deforme
.

Ha volado muy lejos
donde nunca habrá pájaros
y no cabe deshonor, si no es mentira.


Su amable amor amante
siempre buscó entre lo certero,
entre lo justo y lo viviente,
nunca cedió de sí, ni obligó a otro.


Obra maestra este hombre,
este hijo, libre de malos daños y catervas,
fortificado en cumbres de ámbar y respeto,
no dio a la desventura opción más llana
que morir fuera de catálogo.


Quédense a medias todas las cantidades de la vida;
mejor así: pues todo fue tan bueno,
fuera peor haber probado
cualquier migaja de los daños sucios
que esparce el mundo a ciegas.


Quien te mató devastó nuestro refugio,
moriremos de llanto igual que asesinados
pero es dulce no saber del asesino.


Así sea.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es genial.